HISTORIA ENERGÍA HIDRÁULICA

¿QUÉ ES LA ENERGÍA HIDRÁULICA?

La energía hidráulica es la capacidad de transformar la energía cinética (por ejemplo, corriente de los ríos) y la energía potencial (caída de agua desde una cierta altura)  de un fluido.

HISTORIA 

La primera constancia del aprovechamiento de la energía hidráulica data del siglo III a.c, fue inventada por el griego Filón de Bizancio y conocida por el nombre de noria elevadora de agua que se utilizaba para bombear agua.

Posteriormente, en el siglo I a.c el ingeniero romano Marco Vitruvio, que a su vez fue el arquitecto de Julio César, descubrió la rueda hidráulica con eje horizontal y disco vertical que se utilizaba para moler granos de trigo.

Sin embargo, la posibilidad de emplear esclavos y animales de carga retrasó su aplicación generalizada hasta el siglo XII. Durante la edad media, las grandes ruedas hidráulicas de madera desarrollaban una potencia máxima de 50 caballos (Cabaleiro, 2007).

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En el siglo XVIII el ingeniero John Smeaton ideó la primera gran rueda hidráulica fabricada con hierro.

No sería hasta los inicios de la Revolución Industrial cuando la energía hidroeléctrica se convirtió en una fuente para generar electricidad.  La creciente industrialización del norte de Europa provocó gran demanda de energía que vino a ser suplida, en buena parte, gracias a la hidroelectricidad, ya que la extracción de carbón todavía no era lo suficientemente fuerte como para cubrir las necesidades industriales (Hispagua, 2013). Impulsó las industrias textil y del cuero y los talleres de construcción de máquinas a principios del siglo XIX. Aunque las máquinas de vapor ya estaban perfeccionadas, el carbón era escaso y la madera poco satisfactoria como combustible. La energía hidráulica ayudó al crecimiento de las nuevas ciudades industriales que se crearon en Europa y América hasta la construcción de canales a mediados del siglo XIX, que proporcionaron carbón a bajo precio.

El bajo caudal del verano y otoño, unido a los hielos del invierno hacían necesaria la construcción de grandes presas de contención, por lo que las ruedas hidráulicas fueron sustituidas por máquinas de vapor en cuanto se pudo disponer de carbón (Cabaleiro, 2007).

La primera central hidroeléctrica se construyó en Niagara Falls en el año 1879. En 1881, las farolas de la ciudad de Niagara Falls funcionaban mediante energía hidroeléctrica (National Geographic, 2013). Aunque se suele considerar que la primera central hidroeléctrica fue la construida en Northumberland (Reino Unido), en 1.880 (Hispagua, 2013). A finales de la década ya existían más de 200 centrales tan solo en Estados Unidos y Canadá.

Las primeras centrales hidroeléctricas españolas fueron construidas a finales del siglo XIX. Buena parte de la fase inicial del desarrollo eléctrico español estuvo ligada a la expansión de este tipo de instalaciones, como lo prueba el hecho de que en 1.901 el 40% de las centrales eléctricas existentes en el país fuera del tipo hidroeléctrico (Unesa, 2013).

No obstante, el desarrollo hidroeléctrico tropezaba en el siglo XIX con una importante dificultad. Dado que la electricidad era generada en forma de corriente continua, no era posible su transporte a larga distancia. En consecuencia, el emplazamiento de las centrales hidroeléctricas construidas en este tiempo estuvo fuertemente condicionado por la coincidencia en un mismo lugar de un salto de agua y de un centro de consumo.

El renacimiento de la energía hidráulica se produjo por el desarrollo del generador eléctrico, seguido del perfeccionamiento de la turbina hidráulica y debido al aumento de la demanda de electricidad a principios del siglo XX. En 1920 las centrales hidroeléctricas generaban ya una parte importante de la producción total de electricidad (Cabaleiro, 2007).

A principios de la década de los noventa, las primeras potencias productoras de energía hidroeléctrica eran Canadá y Estados Unidos.

En algunos países en los que el agua es abundante, se han instalado centrales pequeñas, con capacidad para generar entre un kilovatio y un megavatio. En muchas regiones de China, por ejemplo, estas pequeñas presas son la principal fuente de electricidad. Otros lugares en vías de desarrollo están utilizando este sistema con buenos resultados (Cabaleiro, 2007).

BIBLIOGRAFÍA

 Cabaleiro, D. (2007): Energía Hidroeléctrica. Universidad de A Coruña, Ferrol.

Hispagua (2013): http://hispagua.cedex.es/ (última visita: 22 de mayo de 2016).

National Geographic (2013): http://www.nationalgeographic.es/  (última visita: 22 de mayo de 2016).

Unesa (2013): http://www.unesa.es/ (última visita: 22 de mayo de 2016).

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